Descripción
Es una de las voces más impresionantes que han aparecido en los últimos tiempos; en palabras de Jorge Drexler, "una voz que marca una generación". Es compositora además de cantante, y habla el lenguaje de la música desde que tiene uso de razón: creció entre canciones populares ibéricas y latinoamericanas, se educó en el clásico y en el jazz. Contagiada por el flamenco mediante una conexión que parece sobrenatural, canta de una forma que es sólo suya y que sacuda.
Sería imposible encuadrar a Silvia en sólo un estilo. Es versátil e inconfundiblemente personal, dos cualidades que raramente confluyen y en cambio a ella la definen. Es fiel a los estilos que aborda sin dejar de ser, en ningún momento, ella misma.
'Toda la vida, un día' es una reflexión sobre la vida y la muerte, pero la muerte como un paso de transformación. Cada movimiento tiene una sonoridad distinta: en instrumentos, en los arreglos, en la producción… El primero —Infancia— es más luminoso, más amable. El segundo -Juventud- es más experimental, con sintetizadores y autotune. En el tercero —Madureza— se presenta con dúos, “para representar ese momento de intimidad en el que cada uno elige lo que quiere”. Vejez es más clásico, con mayor peso del sonido y de las cuerdas, y Renacimiento es el más rítmico y alegre de todos los movimientos, basado principalmente en percusión y voz. Viaja de lo acústico al clásico; hay vientos, toca el saxo, busca nuevas y más rugosas sonoridades…
Intérpretes:
Silvia Pérez Cruz (voz, guitarra, teclados, sintetizadores)
Carlos Montfort (violinos, percusión, voces)
Marta Roma (violonchelo, trompeta, voces)
Bori Albero (contrabajo, voces)
Técnicos:
Juan Casanovas (sonido)
Isa del Moral (luces y vídeo)